La osteoartrosis es una enfermedad crónica degenerativa que afecta a las articulaciones tanto de perros como de gatos. Es mas común en animales mayores, pero también puede afectar a mascotas más jóvenes debido a factores genéticos, lesiones o enfermedades articulares preexistente.
La osteoartritis (osteoartrosis) se produce cuando el cartílago que recubre a las articulaciones se desgasta, provocando inflamación, dolor y rigidez en las estructuras afectadas. Este fenómeno puede dificultar el movimiento y ser motivo de cojera en los pacientes que padecen.
Los signos más comunes son:
- Cojera o dificultad para moverse.
- Rigidez articular después de periodos de descanso.
- Cambios en el comportamiento, como mostrarse mas sedentario.
- Dolor o sensibilidad al acariciar o tocar las articulaciones afectadas.
- Engrosamiento o inflamación articular.
- Pérdida de masa muscular en los miembros afectados.
- Dificultad para subir escaleras, saltar o jugar.
- En los gatos puede llamar la atención, la incapacidad o dificultad para alcanzar lugares elevados donde subía en el pasado. Muchas veces buscan realizar saltos mas pequeños intermedios para llegar a esos lugares.
El tratamiento de esta enfermedad tiene como objetivo reducir la inflamación, aliviar las molestias y el dolor, y en definitiva, mejorar la función articular. En este sentido, la tendencia actual es a emplear tratamientos multimodales, donde la combinación de varias terapias consigue resultados superiores. Inicialmente se tiende a manejar a estos pacientes con un tratamiento conservador, pero en ocasiones éste último puede resultar insuficiente, siendo necesario recurrir a tratamientos quirúrgicos de rescate como pueden ser las prótesis articulares.
Algunas de las opciones terapéuticas médicas más comunes son las siguientes:
- Medicamentos: diferentes analgésicos como los antiinflamatorios no esteroideos entre otros pueden favorecer la reducción de la inflamación y por tanto controlar el dolor. Actualmente disponemos de una gama amplia de fármacos que permitirán aliviar el dolor derivado de estos procesos.
- Suplementos nutricionales: los más populares son los condroprotectores, que son sustancias naturales que pueden contribuir a mejorar la salud articular y reducir los síntomas de la osteoartritis. Entre estas sustancias, las más populares son el condroitín sulfato, la glucosamina, el ácido hialurónico, o diferentes tipos de colágeno entre otros.
- Fisioterapia y rehabilitación: la terapia física puede ayudar a mejorar la movilidad y fortalecer el sistema musculoesquelético a través de diferentes ejercicios y técnicas.
- Control del peso: mantener un peso saludable es crucial para reducir la carga sobre las articulaciones y minimizar el dolor en perros y gatos con osteoartritis. En caso de sobrepeso será fundamental establecer una dieta específica de adelgazamiento.
- Cambios en el entorno: hacer modificaciones en el entorno del paciente, como proporcionar una cama confortable, o rampas para subir y bajar escaleras, favorecerá su movilidad y reducirá la tensión sobre las articulaciones.
- Infiltraciones articulares: la administración intraarticular de sustancias como el plasma rico en plaquetas o el ácido hialurónico son una herramienta interesante para mejorar el estado de las articulaciones afectadas.
En aquellos pacientes donde las opciones anteriores no resulten efectivas, seguirán teniendo opciones terapéuticas de rescate disponibles, como pueden ser las prótesis articulares o las artroplastias.










